Los biosaludables son máquinas especialmente diseñadas para el acondicionamiento físico al aire libre. Con ellas podemos fortalecer, estirar, desarrollar y dar movilidad a los diferentes grupos de músculos, tendones y articulaciones de nuestro cuerpo.
Para su instalación, hay 2 maneras que se utilizan para sujetarlos en la superficie. En este post, te contamos las diferencias y ventajas de los biosaludables anclados y empotrados, y te recomendamos cuál sería el más adecuado para tu espacio.
Uno de los métodos que utilizamos en la instalación de máquinas biosaludables para que queden sujetos a la superficie, es el de anclaje de cimentación. Este tipo de anclaje se emplea para sujetar elementos estructurales al bloque de cimentación en el que se apoya.
Utilizamos este método para fijar las máquinas biosaludables en zonas donde es imposible hacer excavaciones, como plantillas donde debajo quedan sótanos.
Se recomienda el anclaje de cimentación para zonas residenciales, casas privadas y lugares donde el terreno no permita excavaciones.
Por su lado, los biosaludables empotrados o también conocidos como biosaludables fundidos, requieren de una excavación en la superficie para armar un relleno de cemento, arena y piedras que sostienen la máquina como una estructura rígida en el suelo.
Este método de fijación es altamente recomendado para parques y plazas públicas sin ningún tipo de protección o seguridad perimetral, y lugares con mucho tráfico.
Ahora ya conoces las dos formas de sujetar una máquina biosaludable al suelo y sus ventajas. Podrás encontrar más información sobre estos temas en este blog.
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